miércoles, 10 de noviembre de 2010

Ecosucrense Nº 6

Revista Ecosucrense Nº 6 / Setiembre 2010

Es una publicación de la Promoción Clorinda Matto de turner del Colegio San José – Sucre

Director: Neptalí Zegarra Salazar

Comité Editor: Mag. William Chávez Gil.

Mario Torres Marín

Olindo Aliaga

Colaboradores: José Respaldiza Rojas

Gutemberg Aliaga Zegarra

Máximo Chávez S.

Alberto Zegarra Marín

José Luis Aliaga Pereyra

Jorge Silva – Charro

Archivo Fotografico: O. Aliaga

Logotipo: Nestor Silva Urquia

Asesor Legal: Doctor Emil Aliaga Diaz

Asesor de Promoción: Profesor Gutemberg Aliaga Z.

“Hecho el Deposito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú

2007 – 03267 “ECO SUCRENSE”

Av. Las Flores de Primavera Nº 884 – Urb. Las Flores Lima – 36

Teléfono:3767586

Email: ecosucrense@hotmail.com

EDITORIAL: ANIVERSARIO ELECCIONES Y POQUITA FE

Por Neptalí Zegarra Salazar

Agónica ya la primera década del siglo XXI llegamos al 70 aniversario del cambio de nombre del pueblo, de aquel viejo, dulce y perfumado nombre Huauco, para algunos ruinoso, anatematizante y estigmático por el de Mariscal Sucre, sonoro e hispánico apellido llegado al Perú con la corriente emancipadora.

Dice Nietzsche: “Hay de aquel que no tiene patria”. La patria más próxima es la patria chica, la tierra que acunó nuestro primer grito. En nuestro caso se llama Sucre, suelo de aires exóticos, en cualquiera, así apenas esté dotado de sensibilidad, el embrujo del distrito sucrense arranca exclamaciones al sentirse deslumbrado con su inmensa campiña, por sus calles angostas, por sus casas de estilo colonial y su iglesia colosal. Afuera no dejan de sorprender sus molinos de piedra y sus humedales, el pueblo todo está, admirablemente protegido por la celosa vigilancia de los cerros Huishquimuna y Lanchepata, el vientre de este último está formado por una laguna ciega cuya agua dulce es protegida como valioso tesoro y nos la regala, cual puntual tributario a través de los veneros del agua caliente.

Eco Sucrense la revista anual de la tierra de Caruacushma de Felicita Rodríguez y de otros tantos sucrenses oceánicos, en esta edición y como un granito de arena al aporte de la cultura de esta duna llamada Sucre rinde homenaje al 70 aniversario de Sucre, presentando a sus lectores documentos inéditos del cambio del nombre, cuyo adalid fue el doctor Clodomiro Chávez Mariñas a la sazón diputado electo por la provincia de Celendín (1940).

Eco Sucrense defiende sin circunloquios la cultura sucrense, defiende y difunde su historia porque los colores de la bandera de Sucre son los elementos de su sangre patriótica.

Muchos hitos de la historia del pueblo son todavía desconocidos y varios cabos están por unirse; esperamos que con la ayuda de intelectuales, escritores, investigadores y de los sucrenses de a pie, en un futuro no muy lejano, escribirla completamente… la historia de Sucre e ahí nuestro único, constante e invariable deseo, ella es el norte y el sueño persistente de la revista Eco Sucrense.

Sabemos y somos conscientes que en Sucre esta antorcha de ilustración encuentra oposición y ¿de quiénes? Por los mismos que deberían defenderla.

Anticipándose 42 días al 70 aniversario de Sucre se realizarán las elecciones municipales, en este acto comicial elegirán a su alcalde que los gobierne por 4 años.

La coyuntura electoral es un reto que implica seriedad, responsabilidad y reflexión al votante sucrense, sus hijos aguardan una vida promisoria en valores y moral, nuestra bandera espera ser sostenida por hombres de espíritu decidido y fuerte, no por manos pusilánimes de hombres acostumbrados a la ventaja y a la troncha.

En las elecciones del 3 de octubre, el pueblo de Sucre estaría eligiendo a su alcalde Nº 85, con la diferencia que antiguamente llegaron al sillón de José María de Silva hombres probos, cívicos, ahora como la política está des-institucionalizada, los alcaldes solo ven sus intereses personales.

Al contrario de lo que dicen los políticos que las elecciones municipales son la consecuencia de la profundización democrática, el pueblo cree que los políticos y sus partidos utilizan a los comicios como un termómetro para medir vigencia y fuerza y los aprendices de política aprovechan para tentar suerte y aprovecharse de las granjerías que reporta el poder.

La democracia no puede mejorar el nivel de vida de los más pobres, la agudiza, en la sociedad reina el caos, la inseguridad y la corrupción. En la historia de la República la reedición de la política entreguista y servil ha constituido el baldón de la antipatria con Dios y sin moral. La democracia solo significa igual posibilidad; pero nunca igual realidad.

En Sucre 9 candidatos tentarán la alcaldía, 9 personajes disímiles en ideología, economía, instrucción y doctrina partidaria que se han prestado al juego electoral y al juego de la política tradicional.

No todos los candidatos constituyen la mejor alternativa para la alternancia municipal, de este grupo solo dos son fiables el resto son un fiasco, solo dos gozan de la calidad de Buen Candidato, eficiente y competitivo, no obstante que a todos se les ve sudorosos, preocupados, confiados y altivos explicar las generosidades de sus planes.

Durante la campaña electoral todo es barniz y poca sustancia, los candidatos con sus mensajes carentes de fondo, con el ilusionismo de cambiar para mejorar se fomenta el culto, el snob hacia este sistema, para tornarlo intocable y esconder bajo el altar democrático la corrupción, la sumisión y la dependencia y como contraparte la coacción al tributo de los pobres mientras se exonera a las compañías multinacionales y se premia a la minera contaminante.

Preocupación superlativa constituye el apocamiento de fe en los corazones de los sucrenses antes consagrado a su pueblo a sus tradiciones y a la sagrada imagen de San Isidro Labrador santo de nuestra advocación y patrono.

Estupefacto y dolido queda cualquiera al comprobar que en Sucre otrora muy retraído en sus costumbres, bautizado en la fuente bautismal de la Iglesia Católica, ahora sean unos cuantos feligreses que asisten a la misa y la antes compacta procesión patronal se limite a una raleada manifestación de aparente religiosidad y creencia.

La merma considerable de fieles que esta experimentando la Iglesia Católica es preocupante y que en el caso del templo de Sucre no es hiperbólico aseverar que el éxodo de fieles es masivo.

La evangelización que tuvo su etapa heroica hace 4 siglos ha sido remplazado por una etapa de quietud y decadencia eclesiástica; la presencia de curas pederastas que no cumplen con las normas del celibato, la presencia de corrientes nefastas que corroen los cimientos de la Iglesia como la del Opus Die son culpables contra la ley divina.

Estos temas como otros que tengan que ver con la política, con la historia, la cultura y la vida cotidiana de nuestra tierra tendrán cabida permanentemente en la revista porque en sus páginas se asienta el pasado de Sucre y se acendra el porvenir de su historia.

Nos escriben………

Desde Trujillo escritos SACHAMA nos escribe una misiva y no obstante su brevedad, el poeta destaca la labor mediática de la Revista ECO SUCRENSE en la cultura e historia de Sucre que a veces creemos que la ha sobredimensionado.

Así como el poeta, radicado en Chachapoyas, otros Sucrenses de diferentes puntos del país, entre profesionales, intelectuales y trabajadores saludan la presencia de nuestra revista en el abatar periodístico y la acertada dirección de nuestro Director Neptalí Zegarra Salazar.

Mi querido sobrino:

Sigue en la brega de hacer realidad “ECO SUCRENSE”

Que como pan del alma alimenta a las almas nobles

Discúlpame el olvido de no remitirte

Oportunamente los 25.00 soles.

Ahí te estoy remitiendo juntamente

Con el importe de estas últimas 5

Oportunamente te voy a remitir los escritos

Que me pides.

Tu tío Máximo

Trujillo 17 de mayo de 2010

Leer hace libres

Por Neptalí Zegarra Salazar

Cervantes, escribió en su inmortal Quijote “El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho”; lectores empedernidos dan testimonio de la reflexión dicha por el personaje de don Miguel, muchos intelectuales la corroboran y coincidentes afirman que el hombre con experiencia es bueno, pero con lectura es mejor, la lectura hace al hombre libre. Gracias al maestro o maestra que nos enseñó a leer, por ellos conocemos el mundo en toda su dimensión.

Al maestro hay que agradecerle todo lo que sabemos; pero hay que reprocharle en forma sutil, cariñoso, con aroma de pupilo agradecido porque no nos incentivo el culto a la lectura, la religión del libro, sin embargo no debemos ni podemos ser como Calibán, personaje de Shakespeare (La Tempestad) que le dice a la maestra: “Porque me enseñaste a hablar ahora puedo maldecir”.

En Sucre tierra amable y bello rincón de nuestro nacimiento, de cuyas entrañas han nacido hombres con dones literarios y artísticos, el profesor Gutemberg Aliaga Zegarra impulsado por el apostolado de maestro, escritor y poeta es llevar sabiduría allí donde no hay y llevar luz donde hay oscuridad se ha embarcado en una tarea por difícil quijotesca de organizar una “Biblioteca Comunal” para beneficio cultural de todo el pueblo.

Este proyecto en sus inicios tuvo dificultades, superadas los obstáculos, el profesor Aliga se unió con el párroco José Esteves y con la Asociación de Exalumnos Sanjosefinos.

Sellada la unión cual Quijote adarga al brazo, el profesor Aliaga se lanzó a la tarea de solicitar libros, tocó muchas puertas de personas naturales, jurídicas, de instituciones educativas y afines del Perú y del extranjero entre las últimas, una Universidad de España.

La tarea fue difícil pero fructífera, en la actualidad ha recaudado cerca de 18 mil volúmenes, siendo la editorial Santillana la que más ha dado (unas seis toneladas).

El material bibliográfico esta apilado, convenientemente, en un reducido ambiente de la casa de la señora Silvia Horna Collantes.

Todo hace suponer que este número de libros crecerá porque aun quedan muchos donantes por hacer su respectiva donación.

Dentro de poco, si no es ya, Sucre contará con la más grande biblioteca del departamento, con libros de ciencias, letras y artes, con novelas, cuentos, poesía, ensayo, periodismo y demás géneros literarios.

La tarea llevada a cabo por el autor del Sueño del Floripondio, tiene que ser reconocida, exaltada y admirada por encima de las diferencias ideológicas de las inquinas personales, de los diferendos literarios que el poeta pude inspirar, asumiendo que todo escritor esta comprometido con la promoción de la lectura y suscribiendo lo que Borges (escritor argentino) dice “El libro es la extensión de la memoria y también de la imaginación y del olvido, ya que de él esta hecha la memoria” o lo que dijo nuestro compatriota Luís Jaime Cisneros “La lectura es la libertad, leer hace a los hombres libres”.

Para que este milagro de la diosa “Minerva” cumpla su objetivo hace falta una agresiva campaña de lectura, pero antes es urgente codificar a todos los libros con un código de ingreso y luego contratar los servicios de un bibliotecario quien lo organizará como corresponde.

La sistematización de una biblioteca no es fácil, se necesita la participación del alcalde quien deberá ceder un local adecuado donde el material esté seguro y sano como corresponde a toda biblioteca y que la de Sucre es ya la más grande.

LA FIGURA EGREGIA DEL MAESTRO

"A mi maestro Manuel Isaac".

Por Olindo Aliaga

Por las aulas de la decana escuela primaria ex 83 de Sucre, han pasado muchos profesores con verdadera vocación de maestro, ejerciendo su profesión con apostolado. En esta nota se le recuerda y tributa un homenaje en vida a los profesores más antiguos de la Escuela Andrés Mejía Zegarra: Octavio Reyna Rodríguez, Manuel Isaac Marín Marín y mariano Aliaga Zegarra.

La escuela primaria Nº 83 hoy 82427, cuyo local una casona de dos plantas de estilo colonial ya no existe debido a la ola arrasadora de la modernidad que acaba con la belleza antigua y despoja al hombre de su identidad.

Por el portón de esa casona con amplios alares, de salones altos y espaciosos, como de un colmenar salieron legiones de jóvenes llenos de sabiduría, preparados para esa tarea de la vida, para enfrentarla sin titubeos.

Muchos son los episodios que recordamos de esa época. Con singular cariño son recordados los viejos maestros: Clemente Díaz, Zegarrita, Víctor Sánchez, Wilfredo Merino, como los maestros de la época fundacional de ese Centro Escolar que en sus aulas albergó a alumnos venidos desde Chuquibamba, la Chilca, Oxamarca, Calconga y de otras lejanas comarcas. Por esta escuela de larga trayectoria ha pasado una brillante plana de pedagogos.

Protagonistas del éxito y la excelencia del plantel escolar son los profesores Octavio Reyna Rodríguez, Manuel Isaac Marín Marín y Mariano Aliaga Zegarra, los maestros vivos más antiguos y venerables a los que con esta nota mal garabateada, les rendimos un homenaje en calidad de gratitud, respeto y admiración.

En años escolares fluía de nuestros maestros un rígido, pero sincero y honesto sentido disciplinario y a la vez trataban ellos con gran familiaridad a los alumnos; detrás de alguna apariencia hosca y hasta rudos de algunos maestros Kaiserianos que no trepidaban para dar jalones de patillas a los muchachos indóciles, se ocultaban almas finas y sensibles.

El profesor Octavio Reyna es un hombre talentoso, de amplio saber, desde joven sintió una contracción férrea al estudio, a la lectura, es un hombre actualizado y no obstante su avanzada edad es frecuente verlo hurgando en sus archivos y con un libro en la mano. Cuando ejerció la docencia, el profesor Reyna: cuidó, educó con inapelable severidad a los niños que fueron sus alumnos y transmitiéndoles, como el orfebre a la arcilla, belleza, armonía y valor; paradigmas, instrucción y cultura.

Como el solitario de Sayan combatió, con pasión incesante contra la mediocridad, conscientizó a la ciudadanía y fue el primero, sino el único que levantó la voz de protesta contra la absurda destrucción del edificio de la escuela arquetípica del pueblo.

Alto, atildado, nada propenso a la vulgaridad el profesor Manuel de quien me ufano haber sido alumno, es todo un maestro, inspiró e inspira entre los alumnos unánime respeto, aunque en él parece haber algo de solemnidad, sin desmedro de su sencillez en el trato.

Desde muy joven ejerció la función pública, ingresó a la Guardia Civil (hoy Policía Nacional), su permanencia en la gendarmería no fue definitiva, después de un corto servicio lo abandonó, para seguir la pedagogía encontrándose con su vocación de enseñar, desarrollándose con brillantez y eficiencia como maestro de la Escuela Andrés Mejía Zegarra, años más tarde ejerció la Dirección de ese centro educativo.

A su portentosa humanidad del profesor Mariano Aliaga Zegarra se suma su gran inteligencia, autoritario, despectivo a veces, irónico siempre es recordado por su entusiasmo para complementar la teoría con la práctica en el campo, su afición por la agropecuaria lo llevó a iniciativas para estimular a los alumnos con las tareas agrícolas y la crianza de animales menores.

El profesor Aliaga es el maestro que unió la teoría y la praxis.

El ejercicio de la docencia a los profesores vivos más antiguos de la escuela 83 (hoy 82427) los hizo grandes, su generosidad, su competencia profesional los catapultó a la grandiosidad.

Por su entrega total al culto del magisterio, a pesar de su magro estipendio, los profesores Octavio, Manuel y Mariano junto a sus colegas que han dejado la vida terrena, son cultivadores de buena mano. En ellos calza, perfectamente lo dicho por el maestro José A. Encinas que “El más alto cargo que un ciudadano puede desempeñar es el de maestro de escuela”.

No obstante el silencio involuntario, como ex alumno de la histórica escuela ex 83, mi cariño y admiración los acompaña a todos los profesores que han pasado por sus aulas dejando una huella profunda, la estela de su paso aun se puede vislumbrar brillante porque enseñaron con sincero amor, con el ferviente anhelo de dar a los educandos una visión viva y directa de lo que en apariencia era árido y monótono.

Que grande sería y más grande aún. La historia de nuestros Centros de Instrucción Educativa ( CIE ) si los actuales maestros, Enseñantes Deslucidos pudieran otear, aunque sea de lejos la estela luminosa y seguir el ejemplo de los viejos maestros y de su figura egregia.