miércoles, 10 de noviembre de 2010

ORIGEN DEL NOMBRE DE LA MALA MUERTE

EN LOS PUEBLOS ES COMÚN BAUTIZAR A LOS LUGARES CON EL NOMBRE DE UNA PLANTA, POR UN HECHO ACONTECIDO, POR SU PRIMER PROPIETARIO O POR SU GEOGRAFÍA.

Saliendo por la calle de Cajamarca, antes calle salida a Cajamarca, en Sucre, nos encontramos en “La Toma”, al final de este barrio empieza el camino real o de herradura hacia las alturas.

Después de una corta pero jadeante caminata por el áspero camino se llega a Rume Rume, llamado así por la presencia de abundante piedra pequeña; unos metros más arriba, el lugar toma el nombre de Quebrada de las Almas.

A medida que la vía se desarrolla como una serpiente reptante, los lugares toman distintas y curiosas denominaciones. De este tinglado de nombres nos interesa el de “La Mala Muerte”; según testimonio de varios venerables, los sucrenses en la antigüedad se dedicaron a las actividades de la agricultura y el negocio ambulatorio de anilinas, sombreros de paja toquilla y otros productos, por las altas provincias, actividad que los obligó ausentarse de su tierra por períodos más o menos largos.

El viaje lo realizaban a bestia y por caminos de herradura, a la altura de la Quintilla era costumbre en los viandantes que iban armados, disparar un tiro en señal de salida o entrada al pueblo. Por los años 30, el Sr. Natividad Marín conocido con el sobrenombre de “Toello”, acompañado por su hijo Alfredo, deciden retornar a su tierra después de varios años de residir en un pueblito llamado “Ataijo” en el distrito de Tayabamba de la provincia de Pataz en Trujillo.

El día fijado para dejar Ataijo, padre e hijo emprenden el fatídico viaje. En Sucre reinaba la tranquilidad, el sol brillaba radiante en el cielo sereno, por lado del cerro “Guarraj” bogan en el espacio bajos y livianos nubarrones negros. Era tarde el astro rey se ocultaba por la fila, cuando una súbita detonación de arma sacó al pueblo de su marasmo, ya llegan los paisanos murmuraron conformados muchos. Pero la mala noticia no tardó en llegar, ensombreciendo la paz de los pobladores.

Ocurrió que los viajeros, encontrándose por la Quintilla habiendo cruzado “la punta” camino abajo, decidieron disparar un tiro con su revolver como anuncio de su llegada a Sucre. Cuando el padre manipulaba el revolver se escapó un tiro, la bala dio en una piedra de esta rebotó al pecho de su hijo muriendo instantáneamente, alguien hizo una hornacina al borde del camino colocó una cruz de palo silvestre y encendió una vela de cera y desde ese momento aciago el lugar, escenario del fratricidio fue bautizado con el nombre de “MAL MUERTE”

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