miércoles, 10 de noviembre de 2010

DIABLO CANTANA TUMBA DE LOS MONTONEROS

DESPUÉS DE LA GUERRA CON CHILE, EL PERÚ SUFRIÓ LOS EFECTOS SOFOCANTES DE LA POST GUERRA SUMIÉNDOSE EN ENCARNIZADAS GUERRAS CIVILES PROTAGONIZADO POR EL MILITARISMO Y LOS CAUDILLOS ANDRÉS AVELINO CÁCERES Y NICOLÁS DE PIÉROLA. LA CRÓNICA ES UN RECUENTO DE LAS MALEFICENCIAS DE LOS MONTONEROS Y SU ACCIONAR EN SUCRE.

Luego de la oprobiosa guerra del Perú con Chile, la patria entró en una fase política dominada por el militarismo y el caudillismo, del seno de estas fuerzas surgió los Montoneros, el Perú pronto se vio invadido por estos revolucionarios clandestinos alentados por Cáceres y Piérola. Aunque no existen documentos fehacientes, por la época de la post-guerra una columna de Montoneros llegó hasta el distrito de Sucre, haciendo su ingreso por la fila de Lanchepata. La lucha de los sucrenses fue feroz y con la ayuda de los azules comandados por el Coronel Ravines pusieron en estampida a las fuerzas de Cáceres según cuentan los mayores, los facinerosos cometieron toda clase de abusos, alterando la tranquilidad de los pueblos y violando a las mujeres jóvenes, por cuya razón varias jovencitas fueron escondidas por sus padres, en el troje de la casa y en el convento; pero en este lugar más de una señorita fue abusada sexualmente por el cura de la iglesia.

El número de esa manga de abusadores, según refiere Carlos Burga Larrea fue de 200 hombres comandados por el Coronel Agustín Verástegui y Sanoni ingresaron al pueblo lanzando consignas a favor de Cáceres.

Ya en el pueblo tomaron por asalto una casa ubicado en el barrio La Toma para que le sirviera de cuartel general y tomaron prisionero y secuestraron en su propio domicilio al gobernador don Wenceslao Mariñas.

Los pobladores sorprendidos por la nefasta visita de los revoltosos saqueadores se concentraron en la plaza de armas al son del repique de campanas, para hacer frente a los montoneros, quienes creyeron que en Sucre iban a completar su botín y satisfacer sus bajos instintos.

La lucha que ofrecieron los sucrenses de entonces fue feral y con la ayuda de los “Azules” (*) al mando del Prefecto de Cajamarca Coronel Belisario Ravines, pusieron en estampida a los alzados, supuestas huestes de Cáceres.

Ante la inusitada resistencia de los pobladores, los montoneros huyeron por caminos extraviados, llegando hasta el sitio de DIABLO CANTANA, una quebrada de geografía endiablada, ríspida y profunda. Los aleonados sucrenses armados de piedras, palos y otras armas los persiguieron incesantes conocedores de la zona se apoderaron de la cima del cerro desde donde a punta de piedra y palos dieron la batalla y batieron a los insurrectos. Hecho prisionero el insurrecto Verástegui fue conducido a Sucre, después de un sumario juicio popular le dieron muerte, sin antes hacerle cavar su tumba en el “panteón viejo” donde fue enterrado sin mortaja, ni cajón. Con ese episodio terminó el accionar de los ladrones montoneros en la región de Cajamarca y en Sucre no quedó ni rastro de las fuerzas extremistas que pretendieron, ufanos, hollar a nuestra patria chica por el año de 1894.

(*) Así se les denominó a la Policía por sus uniformes.

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