PÁGINAS DE LA HISTORIA

Si de alabanza se trata, nada mejor que la pluma del Sucreñista Teodoro Rojas Silva; cuyos escritos trasudan un profundo amor a Sucre, que son verdaderos tesoros de elogios a la tierra. El artículo insertado en esta página fue escrito hace 20 años y es todo una acuarela sucrense.

El otro escrito corresponde al editorial aparecido en el quincenario La Voz de Sucre Nº 3 del 1 de enero de 1946. Tanto el artículo del recordado Sucreñista, como el editorial del quincenario son de importante vigencia y constituyen joyas de nuestro acerbo cultural.

INOLVIDABLE HUAUCO (HOY SUCRE)

Bajo tu límpido y celeste cielo serrano, desde los albores de tu existencia en el concierto de los pueblos de nuestra patria, disfrutaste de la incomparable belleza de la naturaleza que el Gran Hacedor del Universo ha concedido a tu suelo para orgullo y felicidad de los hijos de tu pueblo.

Los antepasados de nuestros mayores que disfrutaran de tanta maravilla en la bendita tierra en que nacieran, forjaron gozosos cuanta realidad de superación alcanzara por ésa época el viril pueblo del Huauco.

Nuestros padres que honrosamente siguieron esas huellas laboriosas de sus progenitores, también con sus esfuerzos y sacrificios, con hondo sentimiento de solidaridad y fe en sus propósitos, lograron las metas que testimonian esas preocupaciones de superación que nos enorgullece.

Ese alto concepto de responsabilidad ha sido a la vez asumido de generación en generación hasta nuestros días, dejando como fruto de un común esfuerzo, grande o chico, cuanto en la actualidad es de conocimiento de propios y extraños.

Lo hecho bajo la acción mancomunada del pueblo, mediante trabajos comunales de aquellos tiempos, siguen prestando a la colectividad el servicio para el que fueran ejecutados, no obstante el tiempo transcurrido.

Estas realidades como es de comprender, merecen describirlas para conocimiento de los paisanos y en especial de nuestra juventud, que desconoce los hechos laboriosos de sus ilustres antepasados, cuyas inquietudes por el bienestar general de su pueblo, deben sentir valorar y ahondar en su espíritu cada uno de ellos, para a la vez por su parte en el futuro, dejar también la huella de su emulación de tan honrosas acciones que más tarde serán reconocidas con gratitud, como lo hacemos en esta ocasión a las de nuestras insignes mayores.