viernes, 4 de diciembre de 2009

Anécdota: La pelota de plástico azul

Por Robin Marín Sánchez

La tenía entre mis manos y e que era la última vez, se encontraba empapada de pegamento en toda su circunferencia, pegamento que no solo cubría las huellas dejadas por las espinas de las zarzamoras y de las pencas, sino también ralladuras autografiadas (uñazos) de los hermanos Díaz Velásquez: Leoncio ("Churchil") y Guido, o las de mi compadre "Chava Chava" Carlos Chávez Mariñas y unos que otros uñazos dejados por varios de nosotros al asegurar un gol o rechazar una jugada comprometida. Era la pelota que nos divertía a diario en la Plaza de Armas, donde todas las tardes era la protagonista y donde, casi siempre, el profesor Onésimo Silva era el promotor de dichos partidos de los cuales disfrutaba con infinita emoción, como lo manifestaban las sonrisas o carcajadas ante una jugada repentina e ingenua, procediendo luego a alizar su pelo negro con ambas manos desde la frente hacia atrás.

Era la pelota que bien se adhería a la zurda colosal de "Callita" Wilder Calla Vallejos y era la cómplice de los tacos y media vueltas de mi querido "Piojo" German Aliaga Díaz, que siempre jugaba "patacala" o descalzo: Era la gestora de las múltiples "broncas" entre el "viejo plus" Onésimo Chávez Marín y del "Florete" David Silva Aliaga. Era la bola que estaba presente en los clásicos del recreo: "EBELIA Y CLARA", o sea de los equipos de la profesora Ebelia Zegarra de Horna conformado por Wilder Narro Martos "Jhito", Oscar Chávez Aliaga "Cocorisha", César F Camacho Zegarra "Pipo", Alberto Zegarra Guerrero "Canchul", Ever Delgado Camacho "Coshoto", Willam Chávez Mariñas "Pato feo"; contra el de la señora Claribel Aliaga Sánchez conformado por: José Aliaga Vega "Cotey", Mario Roncal Aliaga "Turiungo", Rimber Díaz Aliaga "Cachirulo", Onésimo Chávez Marín "Viejo plus", Edwin Tinoco Silva "Coche", Edwin Nemesio Aliaga Villanueva "Cholola, Romulo Machuca Aguilar "Ropandillo", el suscrito y otros.

Un 14 de setiembre de 1979, en la excursión a Lucmapampa (La "Octava"), que se hacía todos los años después de visitar la cueva de la Virgen jugábamos un clásico, con la pelota que tapiosamente y como nunca lo había hecho que me prestara mi primo "Coco" (Oscar Chávez), frente a los oriundos del lugar; dicho encuentro se disputó en la cancha de fútbol del pueblo de Jorge Chávez o Lucmapampa. En el desarrollo del partido nos dimos con la sorpresa que la pelota azul perdía aire por más de dos huecos, hecho que me llevó a perder la fiesta al regresar, de inmediato a Sucre a fin de dar solución al problema y qué problema porque conociendo a mi tía Nélida Aliaga Chávez yo ya imaginaba lo que me esperaba. Por lo que, llegando a Sucre y rebuscando en el baúl rojo de policía de mi padre Luis Marín Z., encontré un chisguete de soldimix de color rojo con el que cubrí toda la pelota y esperé hasta las 7 de la noche para que secara y después procedía a llevarla a casa de mi tía Nelly. Desde la esquina de don Manuel Calla comenzaron a temblarme las piernas por lo que al llegar a la puerta celeste de la casa, silenciosamente dí vuelta la perilla de la cerradura, abrí la puerta despacio y tiré la pelota al interior y, después de una carreraza, terminé en la esquina de "Tayo" (Octavio Álvarez). Esa noche no pude dormir por culpa de la bendita pelota.

Al día siguiente, ya en la escuela, en mi mente estaba mi tía, pensaba ¿a qué hora llegaría?. Para suerte mía llegó justo a la hora de recreo. Como me había percatado de ello me escondí detrás de un eucalipto que don Romelio Zegarra había tumbado y parte del tronco había caído al borde del campo de la escuela. desde mi escondite escuchaba la voz de mi tía que me buscaba ayudada por otros alumnos. Buscaba al cholo "Rumiño", hasta ahora me llama así cholo "Rumiño". Ante su infructuosa búsqueda se fue y salí de entre las ramas del caído árbol.

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