viernes, 4 de diciembre de 2009

Poesía: Julio Garrido Malaver (1909- 1997)

Nació en quillamachay anexo del entonces caserío de Ozacarma, perteneciente al distrito de Sucre hasta 1934, en cuya municipalidad habría sido inscrita la partida de nacimiento, sin que este dato pueda probarse debido a que dicho libro fue sustraído del Concejo y las autoridades encargadas no saben responder del rumbo de ese libro como de otros documentos. Abogado de profesión, Garrido Malaver fue esencialmente poeta de honda sencibilidad social.

Afiliado al partido aprista en 1945 disputó con el Dr. Clodomiro Chávez la Diputación por Celendín. esa contienda estuvo llena de históricas y polémicas anécdotas.

Ocupó varias veces la Cámara de Diputados en representación del PAP; pero la política no le fue muy generosa pues como Diputado tuvo una labor poco o nada brillante.

Falleció en la ciudad de Trujillo a la edad de 88 añops. Su producción literaria es vasta y abarcó los géneros de novela, cuento, poesía y teatro. Laureado en 1929 por el Colegio San Ramón por su obra "Canto a la Raza", en 1940 obtuvo el premio "El Botón de Oro" en los Juegos Florales Universitarios.

Su obra más representativa lo constituyen, en novela "La Guacha" y en verso "La dimensión de la Piedra".

Ecosucrense, en esta sección, rinde homenaje al vate al cumplirse 100 años de su nacimiento.


Era ella bonita
como una manzana de primera agüita

Ella era risueña
Caderas de lumbre
Morena vihuela.

Nunca vistió seda
le bastaron simples percal y franela.

Íbamos al río
y el agua en su cuerpo se hacía sonido.

Íbamos al monte
campanas al verlas se hacían las flores.

Y leíamos mucho abecedario
de todos los frutos...

¡Me queda en la boca
tan sólo los besos que me dió con moras...!

(Poesía Completa Tomo 1, página 63)

Hoy es domingo

Y los sombreros se quieren vender
Y nadie quiere sombreros comprar.

Flor de dolor el sombrero
por una moneda de pan.

¡Dentro de cada sombrero
que se quiere vender
están llorando los niños por almorzar...!

(Poesía Completa Tomo 1, página 59)

Si tuviera que irme de tu lado
como se van los sueños de tus párparos...

Si tuviera que irme de tus ojos
como se va la noche cuando cae...

Si tuviera que irme de mi mismo
como se va la piedra de la roca...

¡En mi te llevaría como el río
lleva el color del cielo que le toca...!

(Poesía Completa Tomo 4, página 59)

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