viernes, 4 de diciembre de 2009

Pluma de la altura

Falleció SILVESTRE MENDO CARRANZA.
LÍDER CAMPESINO QUE POSIBILITÓ LA EXPROPIACIÓN DE LA HACIENDA TINCAT, MURIÓ EL PASADO 19 DE JULIO.

Por: Secundino Silva Urquía.

ECO SUCRENSE, conversó con él el 29 de junio del presente año. En su lecho de enfermo de Villa María del Triunfo y a menos de un mes de su sensible fallecimiento, nos dio algunos datos acerca de su derrotero en este mundo y una de sus últimas imágenes en vida. Hemos estimado conveniente publicar la semblanza de Silvestre Mendo Carranza, como un homenaje postrero a quien fuera uno de los más productivos ciudadanos del ámbito rural de SUCRE.

Silvestre Mendo Carranza

Quienes impulsamos esta publicación, creemos que no solamente la vida de los intelectuales, profesionales, militares, empresarios o políticos, merecen notas de exclusividad, titulares o primeras planas. La de un humilde campesino puede tener tanta o mayor repercusión. La historia está en deuda con muchos héroes anónimos de extracción auténticamente popular.

Silvestre Mendo C. En su lecho de enfermo
(Foto ECO SUCRENSE 29-06-06)

NACIMIENTO Y ANCESTROS.

Nació en La Quinuilla el 31 de diciembre de 1934. Nieto de las primeras parejas que poblaron el lugar, sus abuelos paternos fueron: Mercedes Mendo Cabanillas (Matara) y Dorotea Urquía Zelada (Conga de Urquía); y los maternos: Moisés Carranza (La Encañada) y Rosa Cachay (Guañambra). Sus padres fueron los ya quinuillanos: Gerardo Mendo U. e Isabel Carranza Cachay.

Estudió en Calconga solo hasta tercer año de primaria, con cuya base siendo joven se atrevió a salir de su tierra natal, oficiando de comerciante entre Tacna y Toquepala; y entre Lima, Cajamarca y Chachapoyas.

Con poco más de veinte años, a fines de los años cincuenta se casó con Sabina Sánchez Silva, con quien tuvo ocho hijos. La carga familiar no fue del peso suficiente como para hacer de él un campesino común y corriente, resignado a solo labrar la tierra. El era alguien que tenía una visión de progreso para su pueblo. Su periplo y experiencia de comerciante seguramente lo forjó para la lucha, le otorgaron sensibilidad social y facilidad para desenvolverse y perfilarse más tarde como dirigente y líder campesino.


VELASCO, LA REFORMA AGRARIA Y SU PARTICIPACIÓN.

El golpe militar del Gral. Velasco en 1968, lo encontró con sus vitales 34 años. Estableció contactos con el Sistema Nacional de Movilización Social (SINAMOS) gracias a Neptalí Chávez Carranza, quien entonces ya residía en Cajamarca. Silvestre Mendo siempre resaltó el apoyo que este le dio en sus gestiones y pidió la gratitud del pueblo para él.

Era autodidacta, siempre leía los diarios en sus viajes a la ciudad, talvez por eso se enteró pronto de los objetivos y alcances de la Ley de Reforma Agraria del Gobierno Militar e inició la difícil tarea de organizar a los campesinos de la zona para fundar la “Cooperativa de Producción Agropecuaria La Florida”, con sede en La Quinuilla, de la que fue su primer Presidente. Su misión como Dirigente lo obligaba a realizar continuos viajes a Celendín, Cajamarca y Lima, y asistir a múltiples reuniones de campesinos de la provincia. De este modo los primeros años de la década de los setenta llegó a ser un experimentado orador y uno de los pocos que vivió y conoció de cerca la problemática del campesinado cajamarquino y peruano; condiciones de liderazgo que lo encumbraron, al importante cargo de Presidente de la Liga Agraria Provincial de Celendín, base de la Confederación Nacional Agraria (CNA). Se sabe que como tal, luchó contra la injusticia, la discriminación y exclusión a la clase campesina; y validó el respeto a su dignidad que dispuso el Gral. Velasco Alvarado, defenestrando del cargo por abuso de autoridad, a dos Subprefectos provinciales; a uno de ellos porque lo vio meterle un puntapié a un humilde campesino en el mercado de Celendín. Según contaba en sus memorias habladas, nunca en su vida había sentido tanta indignación contra el abuso, como en aquella ocasión; la que después fuera recompensada con satisfacción por la sanción a esa mala autoridad.

TINCAT: UN INTERESANTE PROYECTO QUE NO SE DIO:

El objetivo de que el gobierno adjudicara las tierras de la ex hacienda Tincat de propiedad de David Reyna, a la “Cooperativa de Producción Agropecuaria La Florida”, que Silvestre Mendo fundó no se dio. Pues la corrupción que siempre estuvo y está presente en las instituciones del estado, jugó su papel en contra; así las sobornadas autoridades del Ministerio de Agricultura de entonces reconocieron como beneficiarios a campesinos del entonces caserío Calconga, quienes a sugerencia del Ing. Carlos Mori, constituyeron a la hora undécima una organización a la que le denominaron “Grupo Campesino San Juan de Tincat”. Lo resto es historia conocida:

Los campesinos de Calconga recibieron las tierras y ganado de la ex hacienda Tincat. Su dirigencia, improvisada, sin visión y sin asesoramiento, se dejó llevar por los apetitos individualistas de la mayoría, desecharon al cooperativismo para marcar bien las diferencias, fundaron el caserío “San Juan de Tincat” y se repartieron las tierras. Paulatinamente fueron excavando zanjas y canales para drenar el agua de los pantanos del valle hacia el río Tincat; quemaran los totorales y sembraron heno. Todo esto en nombre de una supuestamente lucrativa actividad ganadera. Con la destrucción de casi toda la flora y fauna, produjeron un cambio dramático y daño irreparable en el ecosistema del valle del río Tincat; el ejemplo más patético es la extinción del cuy silvestre (“cuy illuay”). Sin embargo, el objetivo de progreso no se había alcanzado. Pues la mayoría de campesinos de la zona, no ha salido de la pobreza por sembrar heno y criar ganado. Los apenas setenta centavos de nuevo sol que las empresas INCALAC y CARNILAC les pagan por cada litro de leche, apenas cubren los costos de producción y sustentan su sobrevivencia.

Ver ese panorama siempre fue la gran frustración de Silvestre Mendo C. y también de Neptalí Chávez C. Pero mientras para el primero todo se consumó con estos hechos, para el segundo, la lucha debía continuar y apoyado por el también ya extinto campesino de Cajén llamado Inocente Rojas, emprendió una infructuosa pelea judicial con el “Grupo Campesino San Juan de Tincat” que duró desde fines de la década de los setenta hasta fines de la de los ochenta. Inocente Rojas tuvo la oportunidad incluso de llegar a palacio de gobierno y ser recibido por Alan García en el despacho presidencial en julio de 1986, pero ni eso ayudó a que la justicia fallara a su favor.

Finalmente en el gobierno de Alberto Fujimori, los ciudadanos de Calconga y Tincat recibieron sus títulos de Propiedad, consolidando definitivamente, incluso con la visita del ex Ministro de Agricultura Absalón Vásquez Villanueva, su derecho a la propiedad sobre los terrenos de la ex hacienda Tincat.

La partida de Silvestre Mendo Carranza, hace necesaria una explicación acerca de los objetivos de la organización campesina y comunal que él fundara al amparo de la Ley de Reforma Agraria: Convertir a Tincat y alrededores en propiedad de una empresa cooperativista, con varias Unidades de Producción: Crianza de ganado vacuno, ovino, auquénido; crianza de truchas; producción de lácteos, reforestación con especies maderables, etc.; de manera similar a lo que hoy es “La Cooperativa Agraria ATAHULPA JERUSALEN de Trabajadores Ltda. Cajamarca- Perú”. (“Granja Porcón”); pues la estructura estatutaria como organización cooperativista era la misma. Pero Tincat y alrededores por su menor altitud, cuenta con inmejorables condiciones climáticas y mayores especies de flora y fauna que la zona de Porcón que está a 3, 500 m.s.n.m. Estas ventajas, sumadas a su excelente ubicación en la ruta de viaje terrestre hacia Leymebamba y Kuelap, no solo hubieran facilitado la instalación de esas unidades de producción agropecuaria; sino que adicionalmente, hubiera permitido la construcción de un centro especial de ecoturismo y turismo vivencial, que le hubiera dado un valor agregado a esas tierras y mejores ingresos para los campesinos asociados.

VIDA Y OBRA DE SILVESTRE MENDO:

Silvestre Mendo C, luego de ver frustrado el proyecto cooperativista se presentó en una de las Asambleas del entonces “Grupo Campesino San Juan de Tincat”, previas a la repartición de tierras; forzó con su personalidad a que le dieran el uso de la palabra, para recomendar al grupo algo que se resume en la siguiente frase: “cuiden y den el mejor trato a esta herencia de la Reforma Agraria, porque otro General Velasco jamás volverá a nacer”. El grupo campesino no tomó en cuenta sus palabras, y de todas maneras hizo la lotización y repartición de las tierras. Un lote de terreno fue asignado para Silvestre Mendo en reconocimiento a su labor gestora o talvez para mellar la moral de un posible opositor. Para los amigos que lo apreciaban este fue su error. Ya que por este hecho le salieron detractores; precisamente del grupo de los que nunca apoyaron sus luchas y gestiones, so pretexto de que “estaba buscando la vida fácil en vez de trabajar”. Lo vapulearon subjetiva y malintencionadamente, deslizando el rumor de que había “traicionado a su pueblo a cambio de un pedazo de tierra”. Lo cierto es que él era un hombre realista, reconoció que después de hechos consumados ya nada se podía hacer. El tiempo se encargó de darle la razón, no solamente porque Neptalí Chávez C. e Inocente Rojas perdieron el juicio.

Ante los errores que pudo haber cometido, mayores fueron sus aciertos. Era un visionario y adelantado para su tiempo, incomprendido por una generación de campesinos de precaria formación, que no estaban preparados para entender que uno de ellos mismos se había superado y tenía la posibilidad de conducirlos por el camino del abandono a la pobreza. Fue un hombre de ideas solidarias, tolerante y con vocación de servicio a los demás. No temía a la crítica desleal o destructiva, a las injustas calumnias las tomó como de quien venían y afrontó el reto de vivir en su pueblo natal, La Quinuilla. Intentó hacer realidad parte de su más caro sueño a menor escala; así en los primeros años de la década de los ochenta fue el primero en introducir alpacas en el fundo de su hermano Pedro en Tincat, en gestionar la construcción de un canal de regadío para el mismo Tincat; y en reforestar gran parte de La Quinuilla y alrededores con plantaciones de pinos, eucaliptos, queñuales y cipreses, a través de una gestión que personalmente hizo en 1985, cediendo incluso gratuitamente el terreno de su casa para la instalación del vivero forestal.


Con la firmeza de sus convicciones participó en las asambleas para la elección de autoridades, y en casi todas resultaba democráticamente electo para alguna función. Además de dirigente campesino e impulsor cooperativista, fue Teniente Gobernador de La Quinuilla (1967- 1973); Juez de Paz, Presidente del “Club Deportivo San Juan Bautista” (1977- 1979) (*), Coordinador Provincial de las Rondas Campesinas(**), Presidente del Comité Central de Desarrollo del Pueblo (1991-1997), Presidente de la Junta Administradora del Agua Potable, Presidente del Comité Pro Construcción de la Iglesia (2002-2004), etc. Entendía que “el desarrollo de los pueblos es sinónimo de gestión y acción organizada”; por eso, como autoridad o ciudadano participó decididamente en la gestión y construcción de las más importantes obras de su pueblo: Desde la carretera Las Quinuilla - Cruzconga, el sistema de Agua potable, Puesto de Salud, local Comunal, la electrificación, la iglesia, la antena parabólica y últimamente la plataforma deportiva.

(**) Credencial de Silvestre Mendo.

COORDINADOR PROVINCIAL de las Rondas Campesinas

Supo cultivar muchas amistades. Cuando se trató de construir el progreso común para tres pueblos cercanos: Calconga, La Quinuilla y Tincat, inculcaba a la gente a olvidar rencores del pasado y trabajar unidos por el progreso. Así en la primera mitad de la década de los noventa, participó entusiastamente apoyando la gestión del proyecto de la construcción de la “Minicentral Hidroeléctrica de Cajapotrero”, cuyo Comité de Gestión lo presidía su hijo Arquímedes Mendo Silva, y también de un Colegio Secundario equidistante a estos tres anexos de Sucre, que era solución al problema económico de los padres de familia que podían evitarse los considerables gastos que significa solventar la educación de sus hijos en Sucre, Celendín o Cajamarca. El financiamiento de ambas obras se aprobó y en el caso de la minicentral, su ejecución se inició con el movimiento de tierras para las obras civiles. En el caso del colegio, las aulas se llegaron a construir y se techaron, cerca del paraje ”Agua Amarilla”, en Tincat. Actualmente, aún se ven huellas y ruinas de estas obras, como un monumento vergonzoso al individualismo y egoísmo de quienes miran con recelo injustificable a las propuestas y acciones de unidad de los pueblos, y hacen lo imposible por boicotearlas y destruirlas.

Podemos seguir dando algunos alcances más acerca de la vida y obra de Silvestre Mendo C, pero el espacio no lo permite.

Restos del colegio secundario en Tincat.
Un fallido intento de la integración educativa
para Calconga, La Quinuilla y Tincat.


Tincat y sus secos pastizales en el mes de agosto.
Al fondo la ex casa hacienda donde vivió
David Reyna.

ENFERMEDAD Y DECESO.

Apático e indiferente a sus dolencias, casi nunca visitó al médico y como millones de hombres del campo nunca tuvo un seguro. Así cayó gravemente enfermo en mayo del presente año y resultó ser víctima de un cáncer generalizado. Fue llevado a Cajamarca, Trujillo y Lima, en cuya ciudad fue desahuciado en el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas. Con gran resignación, su hijo Arquímedes lo regresó a su tierra natal en la que falleció a los 72 años, el pasado 19 de julio del presente año.

Se ha ido uno de los hombres más útiles y productivos del ámbito rural de Sucre. No sin razón el ex Alcalde Julio Juvenal Horna A. dijo alguna vez, que el distrito en su ámbito rural, tuvo dos importantes líderes en el siglo XX: Silvestre Mendo Carranza y su opositor, el también ex Teniente Gobernador de La Quinuilla Víctor Silva Sánchez; quien incluso fue uno más de los que le rindieron postrero homenaje en su velorio.

En su sepelio, además de sus familiares y amigos se hicieron presentes también varios pobladores de Calconga, San Juan de Tincat y otros anexos del distrito de Sucre, en loable gesto de homenaje y reconocimiento a quien trabajó y luchó para que en la vida tuvieran algo que les permita hacerla un tanto más llevadera.

SILVESTRE MENDO CARRANZA… DESCANZA EN PAZ.

Lima. Septiembre del 2006
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Notas:

(*). Ver Revista “El Labrador”, edición N°. 06 de 1997. Pág. 60. Artículo: Historia del Futbol sucrense…, de Elmer Castillo Díaz.
(**). Ver Credencial que se adjunta.

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